sábado, septiembre 02, 2017

El Mogreb de Tetuán... los despropósitos.

                                    El Mogreb Atribuido a Tetuán, estanque de despropósitos.

Hablando en idioma futbolero: En la actualidad, el fútbol se ha convertido en una industria a nivel mundial, se mueven grandes presupuestos y se llevan a grandes masas.
El fútbol genera cultura e incultura, genera turismo y muchas cosas más, todas ellas buenas. Por ello, el fútbol moderno se rige por sistemas modernos ya sean a nivel comercial como burocrático.
 El Mogreb, desgraciadamente, no posee esas perspectivas por estar en manos de un grupo nombrado dedocráticamente... y hacen lo que saben -tal vez, con la mejor intención del mundo- pero, no son las personas indicadas para llevar un club de altos vuelos.
El desconocimiento de lo que actualmente se maneja, incluso en equipos inferiores, está estancando al Mogreb en un hoyo del que poco o nada se puede hacer. No basta el corazón, no basta la palabrería hueca, no basta encerrarse y quedar ajenos a la ciudad y al fútbol como institución.

Está bien que tenga socios, aunque no llegue su totalidad al centenar -lo que de por sí, es muy grave e intolerable- pero se tiene que abrir el Club a más personas. El Mogreb no es patrimonio de nadie que no sea la misma ciudad.

Pero los despropósitos de nuestra directiva no son nuevos en lo que respecta a los entrenadores y sus contratos, que son varios y a los cuales no me voy a referir ahora exceptuando los dos últimos despidos:
El entrenador de los porteros fue cesado hace pocas fechas, antes de empezar la temporada. ¿Porqué se le contrató semanas antes si se le iba a echar?

La Directiva del Mogreb ficha a un entrenador que nunca demostró el mínimo respeto ni al Mogreb ni a la ciudad en sus apariciones en una cadena de televisión. Siempre agresivo e insultante con los entrenadores e directivos del Mogreb. La sorpresa de ese contrato fue interpretada en Tetuán por los aficionados como “insultante” hacia la ciudad y su club, a la vez que una viva muestra de que el equipo técnico –por llamarlo de alguna forma-  que contrató a ese señor estaría fuera de sí al hacer esa gestión. Claro que, hace unos días se cesó a ese entrenador (uno de los pocos entrenadores marroquíes que son incapaces de acabar una temporada en un solo equipo-.
Del tema de los jugadores sería preferible no hablar. En un año solar se fueron del Club unos quince jugadores, fichando a otros sin equipos o carentes de calidad por su edad o por sus limitaciones.
Este es el triste panorama que nos ofrece el Mogreb de nuestros amores. Un Club que se autodenomina “profesional” pese a que de esto, da la impresión, no tiene absolutamente nada.

                                                                                                                     Ahmed Mgara